Llevas en tu nombre el mar,
misterio impenetrable
de reflejos.
Tornasolas en colores transparentes
tus saberes,
que regalas en arrullo
entre espumas de inocencia.
Pero al anochecer
de tus momentos,
roca gris se cala
en tus entrañas
-Tinta de perla y sal,
pigmento frío-
Hasta que torna la mañana,
Sol naranja,
perfilando los esmaltes
del acuoso lapislázuli
de tus secretos.
Y brota el arco iris
en tu lienzo
-tu mirada-
Y somete a la borrasca
peligrosa
el vigoroso remolino
de tu fuerza creadora.
-Esa juventud que ruge
entre olas de esperanzas
que embisten contra los escollos
más allá del arrecife-
Y las aguas se serenan.
Domestican mansamente
el tesoro
del silencio,
tu riqueza de lenguajes escondidos:
Perla, luz, tormenta, paz, silencio.
Ola, noche, roca, sol, misterio.
El mar, dulce quietud.
Tu nombre eterno.
(Dibujo original para este poema: Camelia Davidescu)
En primer lugar felicitarte por el poema, es muy bonito. En segundo lugar, le he dado al guay, creo que es la máxima valoración, que se te ocurrió a ti poner eso de guay??
ResponderEliminarNo Jaume, los puso Xavi a boleo,en un momento en que yo estaba muy concentrada en otra cosa... Y así se ha quedado. :(( Si lo cambio va a ser un lío, pero no es una cuestión jerárquica ni cualitativa.
ResponderEliminarBueno, es que una cosa puede gustar, ser divertida (o por lo contrario ser triste como "Rincón oscuro"), ser interesante y ser guay todo a la vez!
ResponderEliminarJajajjaa!! Eres un cielo.
ResponderEliminarLindo poema a Marina. Me gustó.
ResponderEliminarDear Bandolera, incluiré tu Blog en la lista de mis amigos para no perdernos.
Saludos
Gracias, Micahelangelo. Tengo pendiente leerte a tí, no lo olvidaré.
ResponderEliminarNos vemos.
Cada día te mejoras.
ResponderEliminarPersonas como tú nos hacen mejorar, Reme. Así de sencillo.
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