lunes, 12 de diciembre de 2011

21)- O el Arte de la Lola, o la Calva del Maestro


NOTA PREVIA: Si no entiende usted un pepino respecto a qué va ésto del Baúl, ni del entorno de aDitoday, ver documento Breve introducción a los “Eventos”, y a la evolución de “Las Criaturas del Baúl”, http://elbauldebandolera.blogspot.com/2011/08/introduccion-los-eventos-y-la-evolucion.html, o en su defecto el texto del primer personaje, “Joselito, el Niño de la Guasa, o la Fuerza de la Necesidad”.

En todo caso, conviene recordar que ninguna en de estas criaturas se busca “per se” un valor literario en especial. Se trata de otra cosa.... De algo para ser, sencillamente, vivido.



Tras el incidente con “El Club de las Delicias del Baúl”, ocurrióseme una ingeniosa “solución” para olvidar las incursiones de las criaturas en “el otro lado del espejo”: saturarme de inputs propios, ignorando completamente los suyos.

Así que me apunté a otro Club, “El Club de los Ciberpoetas”, creé un mundo paralelo con la nave interespacial LaPolkaLoca XXV, platiqué con mis nuevos y gratos amigos de la red.... Y se me acumuló demasiado el trabajo.

Como dice el refrán, ha sido peor el remedio que la enfermedad: Ahora resulta que tengo más cosas que hacer, más asuntos a los que acudir, y me temo que, cuando abra el Baúl, van a saltar sobre mí decenas de reclamaciones, peticiones y recriminaciones bien merecidas. Al fin y al cabo, están a mi cargo... (Fatum tremenda).

Hasta tal punto he renegado de mis ingratas criaturas, que no sé ni cómo está la nueva hornada de esta Navidad... No tengo idea de si a Robin Campoa le gustó el estreno en internet, ni de si está enseñando a los demás a ejecutar mamporros magistralmente ensayados, ni de si ya se ha leído las reivindicaciones sindicales de la panda, ni tan siquiera sé si ha serenado su angustia al comprobar que en el Baúl no había ningún peso pesado del que proteger la integridad de su imagen pública, y sí algunas señoritas de buen ver.

Esta es la realidad. El mundo avanza (hasta mis ingratas criaturas avanzan solas...), y yo voy metiendo la pata con decisiones inadecuadas que me pierden en laberintos inexplorados.

Así que no me quedará más remedio que afrontar las realidades que me acontecen a ambos lados del espejo, contactar con el dichoso Club gastronómico “Las Delicias del Baúl”, y saber de una vez sin son “ellos” los que están tomando conciencia, si soy yo quien ha sido su conciencia siempre, o si en realidad y definitivamente, ellos han sido y son la mía....

Aceptar su aparente materialización me está costando la cordura, pues me aferro a que la materia está en “este” lado del espejo. Aunque me haya inventado la nave interespacial LaPolkaLoca XXV.

Por lo cual hoy me he traído a una cuerda muy cuerda, tremendamente aferrada a la materia de “este” lado, y que tiene una gracia y salero que, seguro, hacen que me ría un rato. A ésta no le mangonea la conciencia nadie, sabe cuál es el camino de baldosas amarillas a seguir, y al tiempo si no la vemos como artista estelar en los mejores escenarios.

De momento, y para debutar, se ha pasado el día ensayando, peinándose y dando vaporosidad a sus volantes.

Damas y caballeros, con todos Ustedes, una mujer de talento, de carácter y tesón, la reina del taconeo y del abanico, el emblema nacional del arte por el arte... ¡La Lola, que quiere ser artista!
¡Arriba la música, subimos telón!!


PERSONAJE: LA LOLA, QUE QUIERE SER ARTISTA
DISFRAZ:
Vestido de volantes, en su defecto al menos falda, pulseras y collar de plástico, peineta de plástico, clavel en la cabeza, mantón, abanico.
COMPLEMENTOS: Acento andaluz, el cactus de Alenvedi.
TEMA MUSICAL: La Zarzamora (Lola Flores)


TEXTO BASE DE LA LOLA: (Imprescindible acento andaluz)

(Nada más entrar, unos pases de taconeo cogiendo la falda y dando su vueltita con el abanico)
¡¡Ole, y ole, y oooleeee!!! ¡Tacatá chin pum!! ¡Olé! (Taconazo, chasquea los dedos)

(De repente, repara en el público, baja el abanico)
¡Ozú, mi arma!!! ¡Pero qué de gente hay aquíiiiiiiii! ¿No es ésta la oficina del Representante Maestro Fernández-Calvo?? ¿Y toa esta gente esperandoooo????

(Se lleva las manos a la cabeza)
¡Ayyyyy, Dios miooo!!! ¡¡Pero si mabia citao a miiii!!! ¡Si mabia dao hora pa hooooy!

(Muy nerviosa, empieza a abanicarse con preocupación).
Encima que casi se me queda el deo enganchao en el tablero del asensor, que el casharro me decía “Introdusca el número”, y de tanto introdusirlo seguro que se ma borrao la huella dactilar, y he tenío que subir a pie taconero los nueve pisitos... (Se abanica con más calma). ¡Mi arma, qué zofoooco....!

(Dirigiéndose al público)
Yo es que soy artista, ¿zaben?.... ¡Pero artista de los pies a la cabeza, eehh?? ¡¡De las de verdá!! (Hace el gesto con la mano de la cabeza a los pies”).

Que desde que era niña shica, una servidora de uzté ya bailaba y cantaba en el patio de mi casa, que también es particular, y por la Macarena (Se hace de cruces) sus juro que tós los vecinos se traían su guitarrita, su cosita pa darle a la percuzión, su castañuelita, y el que no, le daba a la parma con grasia y salero (Mientras mueve la cabeza, va haciendo gesto de guitarrita, de percusión, de castañuelita, y de palmas).

O sea, que llevo el arte en el cuerpo desde que me parió mi madre.... ¡Eeaaa!! ¡Ozú!! (Bailecito con el taconeo). ¡Tacatá chin pum!! ¡¡¡Oleeee!!!! (Abanicazo).

Mientras me llega la hora bendita, se entiende la de la fama, no la otra (Mira al cielo, se santigua otra vez), trabajo de corte y confecsión. Pero quede claro que ya he empezao mis pinitos en “El Corral de la Pasheca”, que cada sábado me arranco por bulerías en el espectáculo del Mostruo, “El Chipirón de la Isla” (Se coge la falda, vueltita por el escenario dándole al abanico).

Total, que un día se pasó el maestro Fernández-Calvo por El Corral, y le dijo al “Chipirón”: “¡Oye tuuuu, molusco cefalópodooo!, La niñaaa... ¡La niña valeeee! (Abanicazo). Tiene grasia en el cuerpo y arte en el canto (Regala al público un musical ahahaaaaaa”). Tráemela pa la oficina un día de estos, a ver qué se pué hacer”.

Y menos mal, porque una sevidora de uztedes estaba mu deprimía... Que su torero Joselito, “El Niño de la Guasa” (*), la dejó más plantá que el cactus que tié mi madre en la maceta del patio... ¡Un cactus como ese! (Señala el famoso cactus de Alenvedi) ¡Que decía que no podía torear, el gachí!! ¡Que le distraían mis volantes y no se consentraba en la plaza!! ¡Madre del Amor Hermosoooo, mis volanteeeess!!!! (Se coge la falda, vueltita por el escenario dándole al abanico).

Azí que me dije a mí misma: “Lola, hija, contigo no va a poder ni el de La Guasa. Tós los hombres son iguales, así que a buscarse la vía con el arte que Dios ta dao, que cuando triunfes los tendrás a puñaos... ¡A puñaítos los voy a teneeeer!”. ¡Y oleee!! (Abanicazo y taconazo).

Y aquí estoy, en el eztudio del maestro, pa hacer carrera. Que ya me veo yo con mi cazita, con mis volantitos nuevos, con peineta como Dios manda, y hasta con coshe...

Y el sábado de currar en “El Corral de la Pasheca”.... El Sábado bien acompañá, y que se fastidie el de la Guasa, que por el Cristo del Gran Poder, una servidora estará de tapeíto, con sus flamenquines, sus gambitas de Huerva, su pescaíto frito...Y oleee... (Se coge la falda, vueltita por el escenario dándole al abanico).

(Vuelve a centrarse en el público)
Pero vamos a ver, si el maestro Fernández-Calvo ma citao aquí, hoy y a esta buena hora, ya me dirán qué hacen uztés en la sala de espera ¡¡Hombreeeee!!! (Gesticulando efusivamente).... ¡Que una vale musho pa perder el tiempo hasiendo cola, que la única cola que quiero ver yo es la que voy a llevar pa subirme a un tablao de lujo de verdá!.

Total, que después de los nueve pisitos, más vale que me atienda ya el Maestro o yo la lío, y por la gloria de mi padre que en vez de ser el Fernández-Calvo, le van a llamar en toa Sevilla... ¡el calvo Fernández!

Así que voy a hablar con la de resepción....
¡¡Ole, y ole, y oooleeee!!! (Bailecito...) ¡Tacatá chin pum!! ¡Olé! (Taconazo)

(Se marcha dando unos pases de taconeo, cogiendo la falda y dando su vueltita con el abanico)


No hay comentarios:

Publicar un comentario