lunes, 20 de febrero de 2012

24)- La Novia Paquita, o Tanto fue el Cántaro a la Fuente...


NOTA PREVIA: Si no entiende usted un pepino respecto a qué va ésto del Baúl, ni del entorno de aDitoday, ver documento Breve introducción a los “Eventos”, y a la evolución de “Las Criaturas del Baúl”, http://elbauldebandolera.blogspot.com/2011/08/introduccion-los-eventos-y-la-evolucion.html, o en su defecto el texto del primer personaje, “Joselito, el Niño de la Guasa, o la Fuerza de la Necesidad”. 

En todo caso, conviene recordar que ninguna en de estas criaturas se busca “per se” un valor literario en especial. Se trata de otra cosa.... De algo para ser, sencillamente, vivido.



Bueno, parece que esta columna no arranca como debería....

No voy a echarle la culpa a Paquita, desde luego. Es el día más importante de su vida, según sus cánones, y como al fin y al cabo el desenlace de su historia queda abierto a posibles interpretaciones, se ha presentado en camerino radiante, impoluta, y con un peinado fascinante, pues como dice el refrán, contra gustos no hay nada escrito....

Tampoco voy culpabilizar esta vez a mis criaturas del Baúl: ninguna ha gritado, no ha habido discusiones insoportables, no me han puesto traicioneras y retorcidas trampas para llamar mi atención, y además, dado que después del trabajito hay banquete nupcial en toda regla, absolutamente todos colaboran encantados en la puesta en escena, fundamentalmente el padre Benito -oficiante de la ceremonia- que está más que pletórico, no sólo con su papel semi protagonista, sino con la perspectiva gastronómica que se abre ante él, más allá de los pingües garbanzos.

Así que las tengo seriecitas, ordenadas, limpitas, luciendo sus mejores galas (no quiero ni saber de dónde, ni cómo, han podido agenciárselas, sobre todo la viuda de Anselmo, que parece un mercadillo andante), y despojadas de cualquier complemento no deseable para tan magno acontecimiento social. Ni siquiera Johnny ha traído su cannabis (aunque sea el único caballero que se ha negado a portar corbata), ni Joe “El Completo” lleva encima su arma de fuego.... O al menos, eso creo.

No, queridos amigos... Vamos a ser sinceros. La culpa es mía, que ya no sé si todavía estoy en Pinto, o ya he llegado a Valdemoro... Entre aquí, acá y acullá, me he perdido y no me encuentro, hasta tal punto de que hoy me he puesto a esperar a Godot con uno de nuestros colaboradores columnistas. Eso ya es “lo más”...

No obstante, digo: Tanto fue el cántaro a la fuente, que al final se rompió.

Así que, damas y caballeros, con todos ustedes y sin más dilación, llena de emoción y algo agitada (es comprensible), nuestra novia Paquita, un tanto incapaz de asimilar lo que a todas luces parece que, objetivamente, está ocurriendo.

¡Arriba música, se abre telón!


PERSONAJE: LA NOVIA PAQUITA
DISFRAZ:
Vestimenta blanca lo más parecido a una novia, velo blanco, algún tipo de tocado, collar de perlas, guantes blancos, anillo, ramo de flores. Si el actor es hombre, pelucón, preferiblemente con tirabuzones, y calcetines blancos.

COMPLEMENTOS: El cactus de Alenvedi, acento a discreción.
TEMA MUSICAL: Marcha Nupcial (Felix Mendelssohn)
http://www.youtube.com/watch?v=RH70wnZc430


(Entra con la primera apoteosis de la música, nerviosa y mirando a todas partes, repara en el público, se para y levanta brazos con alegría)
¡Ayyyy, menos mal que por fin ha llegado gente que no conozco!! Eso es que sois familia de mi Manolo... (Coge el ramo con ambas manos) ¡Encantadísima!... ¡Por fin!

¡¡Holita a todos, pero que a todos!!

La verdad, estoy más que sorprendida... Aparte de mis (Va detallando con los dedos) padres, hermanos, primos, amigas y compromisos de rigor, no había llegado todavía nadie de la familia de mi novio, y lo más importante.... ¡¡No ha llegado mi Manolo!!

Imagino que ya sabréis que soy Paquita, Paqui para los amigos... ¡A-lu-ci-na-da de verdad de veros! Que por fin haya llegado alguien es para mí realmente maravilloso, maravilloso, maravilloso.... (Gestualiza histriónicamente con los brazos).

He salido fuera de la iglesia para ver si había alguien porque hasta el cura, el Padre Benito, ya se está momificando, el pobre, y dice que tiene hambre... ¡Y es que esto es rarísimo, la verdad, que la ceremonia empezaba hace tres horas!...

De veras no comprendo qué le puede haber pasado a mi Manolo (Manos al pecho), estoy atónita, estoy preocupadísima, estoy... Ahora que lo pienso, empiezo a estar bastante enfadadita.... (Frunce el entrecejo).

(Se lleva las manos a la cintura)
Mira que le dije: “Manolo, cielo, sobre todo no llegues tarde a la boda. Y asegúrate de que el traje está bien planchadito. Y tu madre, que no se ponga ese horrible sombrero que se compró en Torremolinos. Y tu padre... ¡Sobre todo que no bostece tu padre!. ¡Ah! Y que no se te olvide lavar el coche. Y de paso, si puedes, pásate por la pajarería y dile al dependiente que mi cotorrita Gilda está como tristona, a ver si te da algún remedio y tú me lo traes mañana, y yo se lo doy a mi madre, y mi madre se lo aplica, y a la vuelta del viajecito a Venecia nos cuenta cómo ha ido”.

Eso fue lo último que le dije ayer a mi Manolo. Todo muy normal, como siempre... (Mirando al público con cara estupefacta, agarrando el ramo bien fuerte).

Ya sé que a él no le gustaba Venecia por los mosquitos, que a veces le dan alergia y se le hincha la cara, pero yo le dije: ”Manolo, todo el mundo va a Venecia, y nosotros no vamos a ser menos. Si me quieres de verdad, no vendrá la cosa de una semanita, ¿no?. Si te pican los mosquitos, te pones la cremita que te dió el doctor, y santas pascuas”.

(Pensativa, ladeando la cabeza)
Es verdad que lo noté un poco más calladito que de costumbre, pero como casi no comenta nunca nada.... Y sí, recuerdo que estaba algo pálido mientras yo hablaba, y le dije también: “Manolo, cariño, estás más blanco que el pato de mi tía, ya te dije que no comieras otra vez callos, que además engordan. En cuanto nos casemos, se acabaron los callos, las cervecitas y el tapeíto”.

Y como seguía callado y todavía más pálido, le metí directamente en la boca un comprimido de “Digeril Fortex”. Y, la verdad, entonces tampoco dijo nada....

(Levanta los brazos, espabilándose del ensimismamiento anterior)
¡¡No creo yo que esté todavía en la estación, esperando a la familia de Albacete, vamos... !!

Es verdad que me dijo (a veces dice algo...) que lo mejor es que vinieran en taxi, pero la verdad, me pareció un dispendio, y yo le contesté. “Manolo, nenito, dile a tu familia que vas tú a buscarlos, total luego te queda una hora enterita para volver a casa, acomodar a los de Albacete, vestirte, venirte a la Iglesia, sobre todo puntual. Así que aféitate antes, no vaya a ser que te retrases. Y no te olvides de ponerte una colonia discretita, de esas que quedan elegantes”.

(Un tanto mosqueada)
Lo raro rarito es que el móvil está sin conexión... No, si yo ya le dije: “Manolo, pocholo mío, este móvil que tienes no me gusta nada. Cada dos por tres da fuera de cobertura, como si estuviera apagado, y cuando necesito decirte algo no te encuentro, y me pongo muy nerviosa. Te lo tienes que cambiar antes de casarnos, poco que hablamos y encima no funciona el móvil”.

Como no me contestó nada, di por hecho que lo cambiaría ayer mismo...

(Con más firmeza)
La verdad, esto de que no se haya presentado puntual no me ha gustado ni un pelo. ¡¡Ni su familia!! Qué desconsiderados, todos...

(Manos a la cintura)
En cuanto llegue Manolo con los de Albacete, le diré: “Manolo, estoy pero que muy disgustada. Mira que te avisé, no cambiarás nunca, y además el sombrero de tu madre es muy poco apropiado, la corbata de tu padre es horrorosa, y hemos quedado fatal con mis invitados”.

(Baja la cabeza, ladeándola)
Porque vamos, esto es un retraso como otro cualquiera... (Empiezan a saltarle las lágrimas)... Mi Manolo no me abandonaría de esta manera.... (Se enjuaga con el pañuelo) … Sin decir ni esta boca es mía... Dejándome así, en la indigencia moral más absoluta... Solita con el pastel, nunca mejor dicho... Plantada en el parque como este cactus... (Señala al famoso cactus).

(Rehaciéndose de la pena)
¡No entiendo cómo se me puede ocurrir una cosa así! Es que tengo una imaginación desbordante, con lo discretita y sensata que soy siempre... ¡Ea! Yo me vuelvo dentro, y en cuanto lleguen mi Manolo y la panda de Albacete, por favor, que alguien me avise enseguida.

Esta vez, Manolo se va a enterar...

¡Hasta luego, bienvenidos a mi enlace!
(Se marcha, muy solemne, tiesa y agarrando con rotundidad el ramo).


No hay comentarios:

Publicar un comentario