martes, 2 de julio de 2013

Madre


Perdidos desencuentros
no pueden colmar
toda una vida.

-Esas grandes lagunas
que desangelan mi pecho-

Ha llegado roca
a mis entrañas
desgajadas.

-Duelen-

Dolerse y no sentir,
extraña paradoja
sin deshielo.

-Ya no puedo-

Y sin embargo, 
Madre,
jamás comprenderás lo suficiente
la lluvia que derramaré
sobre tu ausencia.


(Dibujo original para este poema: Camelia Davidescu)

4 comentarios:

  1. Me chirría un poco, solo un poco,lo de "ha llegado roca". Quizá porque aquí, roca es marca de sanitarios, no sé. La lluvia-lágrimas, una preciosidad. Y, como siempre, tu marca de fábrica. Tus guiones o apartes dentro del poema.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay!! Qué manía en volver a comentar!! No sé si te llega si doy a "responder". Un beso, comentario más abajo.

      Eliminar
  2. :) Te esperaba, sabía que dirías lo de la marca de la casa.... En un principio era "Ahora mismo hay roca en mis entrañas", pero tanto da... ROCA: no sentir nada.... Debe ser la roca de Roque. ;)

    ResponderEliminar