Caballos blancos
en la noche clara.
Me embriagan de olor a luna.
Galopan en tierra llana.
Golpean con su silencio
quimeras;
arrastran
pasiones vagas.
Prendados de la noche
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Prendidos del olvido
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Perdidos en la nada
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Pendientes de la luna
clara.
Despiertan verdades sordas.
Precioso Bando, consigues que lo tenga que leer unas cuantas veces, como siempre...
ResponderEliminarPues a mí me encanta que me leas, las veces que sean. :)
ResponderEliminarVeo que eres lunática, Rosy Bandolera. Bendito sueño. Bendita locura.
ResponderEliminarYo te mandaré la luna, para que te la comas a cucharadas, como dije Sabines.
Un abrazo
Mariano
No creas que es tal bendición, Mariano... Un honor tenerte por aquí. Otro abrazo, esperando que me mandes tu luna. :)
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