Te amo en blanco,
sin ultrajar el papel
en el que escribo.
Te amo tanto
-es todo, es aquí, es un ahora-
que no desvelo el sentir
de la palabra,
ni encuentro el tono de los puntos
suspensivos,
ni entiendo la cadencia
de los verbos.
Se me desborda un río
en ese todo.
Se disfrazan los lugares
de este aquí.
Se escabullen los momentos
del ahora.
Y yo me busco en el refugio
de tu pecho,
clavando allí la bandera
de mi siempre.
Y destierro el nunca,
y me aferro al todavía,
y me fundo al solamente.
Mi conquista gesta un luego
que aún no existe,
exaltando el ya mientras reniego
del tal vez, del puede, del quizás, y del quién sabe.
Te amo tanto
que ya no sé cómo decírtelo,
porque no tiene forma.
Te amo
más allá
de los adverbios.
(Dibujos para este poema: Camelia Davidescu)
Sólo una persona que tiene tanto amor para dar es capaz de expresar tan bien este sentimiento tan hermoso. Amor de pareja, amor de madre, amor de amigos, todos descansan en tu corazón.
ResponderEliminarTanta gente te quiere y te quiere tanto, porque te haces querer!
Amigo: amor con amor se paga...
ResponderEliminarLo vuelves a leer y te vuelve a gustar, igual o más que la primera vez. Esperaré nuevas entradas, nuevos poemas con los que deleitarnos.
ResponderEliminarPues será un honor, diariodepalabras.
ResponderEliminarJosé Domínguez.
ResponderEliminarQue lindo poema de amor, que grande eres Bandolera.
Gracias por regalarnos un trocito de ti.
Camelia, tus dibujos, una vez más, imprescindibles.
José, te dejé un comentario, y veo que no sale... Un desastre hasta para eso. Sencillamente, decirte que gracias a tí, que tu compañía sí que hace más grande este pequeño rincón. Un abrazo.
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